“Como un suspiro”, así decía mi mamá cuando regresaba de visitar a mi hermana que vivía en otro estado. Y así fue mi viaje a Seattle, Washington con mi hija, como un suspiro.
Visité tu casa después de dos años en Estados Unidos, al entrar me conmoví de ver tu hogar que solo conocía en fotos y ahí nos volvimos a abrazar, ¡momento muy emotivo!
Gracias a estos días pudimos acercarnos más y dedicarnos tiempo mutuo; lo siento, si te dejé con más quehacer, porque ahora hay que regar…, espero que las plantas, el romero y la hierbabuena florezcan que al llegar a tu casa veas esas macetas reverdeciendo y los pétalos las llenen de color.
Hace tiempo me compartiste un texto (de quién desconozco su autoría porque hay varios nombres)
"Si volviera a nacer elegiría ser la madre de mi madre. (s.f.)
Si volviera a nacer y pudiera elegir ser otra persona sin duda elegiría ser la madre de mi madre.
Para darle todos los besos que le faltaron cuando era niña.
Le leería todos los cuentos que nunca nadie le leyó.
Cuando la arrope por la noche, le diría con todo mi amor cuánto la quiero.
Le enseñaría que la vida es bella entre los brazos de quién te quiere.
Le compraría una manzana de caramelo
Le cantaría canciones
Jugaríamos en el suelo
La peinaría cada mañana e iría al colegio.
No tendría que trabajar tan pequeña
No tendría que llorar tanto
No crecería cosiendo su corazón con tristeza
Y sería una niña feliz.
Si pudiera ser otra persona sería su madre sin dudarlo, le enseñaría que el amor no es dolor y lo maravilloso que es despertar cada mañana a su lado.
Porque si la quiero tanto siendo su hija, cómo la quería cuando al nacer la tuviera entre mis brazos.” Autor Desconocido
... Y en estos días que pasamos en tu hogar, el lugar donde haces tu vida Fueron de Ensueño <3
Percibí cada detalle que hiciste y pusiste para mí, gracias por la habitación que me preparaste, como a una bebé recién nacida, cuando le hacen su espacio y lo decoran para darle la bienvenida, mil gracias hija 👐, por planear, por preguntar y por dejar que las cosas fluyeran***
gracias por llevarme de paseo, yo iba como una niña dejándome sorprender por tu anfitrionía y tu buen gusto, tu sonrisa, por los restaurantes con sabores muy ricos (donde descubrí mi nuevo desayuno favorito), exquisitos, de gourmet; la Fontana Siciliana, que recordamos las ranas de nuestra plaza principal de Tepic, la cita en la reserva del Starbucks, el restaurante que visitamos estos últimos días que fue una experiencia “non grata” también, gracias, porque nos reímos y nosotras la seguimos pasando súper, los restaurantes mexicanos que estuvieron de rechupete; gracias por la maravillosa primera postal que me regalaste, gracias por llevarme a la biblioteca donde me puedo perder en cada pasillo, igual que en los museos donde me diste mi tiempo porque soy de ir paso a paso leyendo y admirando cada pieza que encuentro, gracias por el transitar del mercado Pike y regalarme un ramo de flores, por la experiencia de la rueda de la fortuna, The Gum Wall y…
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Gracias por las singulares caminatas, la primera de ellas en el Monte Rainier con vistas panorámicas y majestuosas, donde reinaba tal silencio que podía escuchar los latidos desaforados de mi corazón, podía sentir el frío, la serenidad y el verde en todas sus tonalidades, las veredas trenzadas por antiguas raíces; fue ahí también que bajo un claro de cascadas de sol, me encontré con mi ser superior, para reconocer lo mucho que amo mi vida y por la bendición y gracia que nos da a toda mi familia; la salida a la Cascada Snoqualmie Falls que da paso al arcoíris, para lucir sus colores tan brillantes, con un Arroyo y un fondo de inmensos y profusos pinos con una ruta de arena para tomar el sol en un clima fresco; por dejarme disfrutar cada una de las plantas, flores, árboles y pinos, y poder acariciarlos, gracias por correr a ayudarme en el resbalón que me di y preguntarme si estaba bien, gracias; se siente bien saber que ves por mi camino, gracias por la acampada (sobre todo la segunda, por mi megara 🙁, una perrita) en la playa y la risa que nos causó guardar la casita; otro de los lugares impresionantes el Space Needle, al que me animaste a caminar sobre su plataforma giratoria de vidrio para observar a 160 mts. de altura, gracias por el espectacular recorrido del Rose Garden y el museo del vidrio.
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| Remando en Seattle🇺🇸 un lugar tan pacífico, piloteado por aviones de guerra |
Por unos días, fuiste como hija única, casi toda mi atención fue tuya, gracias por dejarme convivir con quienes hoy forman parte de tus afectos.
Gracias por tu compañía, tu esencia, tus empujadas en el columpio, gracias por tu amor; esta estancia sin duda me ayudó a sanar.
Gracias por el montón de fotos, serán bellos recuerdos
Después de abrazarnos con "te amos", nos tocaba despedirnos en el aeropuerto, esos momentos siempre me desarman y enmudecen. Te vi al pendiente de que siguiera en la fila y te acercaste a decirme, lo que debía hacer… en ese inmenso lugar.
Pasados unos minutos leí tu mensaje:
“Mami muchísimas gracias por tu tiempo y tu visita, eres la mejor, te extrañaba mucho, dejaste mi casa super bonita, amo tu compañía y todas las mini aventuras que tuvimos
Gracias por venir 🥺🥺🥺”
Mi vuelo se va elevando sobre las nubes que cubren tu cielo, admirando desde estos paneles transparentes el majestuoso Rainer; después de media hora de vuelo ya lo veo lejano, tan lejano como la cima el día que íbamos a escalar sus 10 millas y media de la montaña ... Gracias por manejar y dar tantos pasos (para darnos cuenta de que sí, que tu nariz quedó perfecta ;)
Hasta la próxima amada hija <3
